Entrevista con Esteban Urbieta, marzo 2021

Esteban Urbieta

Nace el 13 de septiembre de 1973 en Juchitán de Zaragoza, Oaxaca, México

Esteban Urbieta crece asistiendo a su padre en su taller de hojalatería y pintura automotriz. De una pequeña edad, sobrevive la muerte de dos hermanos, produciendo un aislamiento interno que se refleja en su silencio e introversión, pero en el cual surge su pasión por expresarse visualmente. En el taller, le fascina ensamblar diferentes partes de desperdicio—soldándolos, creando rostros empotrados. A los 17 años, su familia conoce al arquitecto Alvaro Guerra Torres quien se impresiona por su obra y lo lleva acogido a la gran ciudad de Oaxaca a seguir su pasión del arte. 

En 1998, Urbieta se inscribe a la Casa de la Cultura Oaxaqueña y esta experiencia lo acerca como becario del Taller de Artes Plásticas “Rufino Tamayo”. Sobresale como alumno destacado del maestro Shinzaburo Takeda en técnicas como litografía y xilografía. Allí, también practica la pintura en lienzo, escultura, esmalte vítreo, y aprende técnica japonesa con Yasuhiko Miyazaki. En 1999, es aceptado como exponente de la 1ª Bienal de Pintura y Grabado “Paul Gauguin”, de la Universidad Autónoma de Guerrero. 

Urbieta explora con su obra diversa y experimental el tema de la relación entre humano, animal y naturaleza, inspirándose en los folclorismos de su tierra natal del Istmo de Tehuantepec. Relaciona estos en diálogos harmónicos, maternales y de amor. El árbol, como símbolo de la familia, es parte central de su obra colorida, trabajando con pigmentos, cabello, barro, papel, yute, e hilo de hamaca. La mujer, como nave que lleva la vida, es retratada fecunda, rodeada siempre de un vórtice de peces y aves.

En la mas contemporánea serie “Aves que cantan tintas”, Urbieta plantea un monocromo de tinta, pigmento y café con temple de huevo sobre papel. Las aves, a la vez atrapadas en un guaje como homenajes edificantes, son símbolos de libertad y sustentabilidad. Esta soltura de gestos atrevidos, intensos y a la vez suaves, lo ha llevado a descubrir otra fase de su expresión y experimentación. 

Urbieta nos sorprende y a la vez deleita con su multifacética obra visual a través de sus biombos literatos serigrafiados en colaboración con poetas como Edgar Saavedra y Javier Paláu Hernández. Sus obras son parte de colecciones importantes de Oaxaca y la nación, así como en E.U.A. y Europa.

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Esteban Urbieta en su estudio, San Pablo Etla, Oaxaca